Cuando hemos detectado que somos víctimas de un
troyano, su desinfección es muy fácil.
Bastá con borrar el archivo fs-backup.exe que está en c:\windows.
Si tubieramos alguna dificultad al borrarlo porque está en ejecución,
lo que debemos hacer, es salir de windows, reinciciando la máquina
en MS-DOS.
Así, el archivo no estará en ejecución y podremos borrarlo
sin ningún tipo de problema.
Lo único que nos queda por borrar es la entrada del Registry que hacía que se
reiniciara cada vez que arranca Windows.